Resultado de las elecciones #20N: 17 millones de personas en España votaron al partido popular o al partido socialista. Seguramente son casi 17 millones los que votan si o si a estos partidos pase lo que pase, caiga quien caiga, robe quien robe. A veces votan únicamente por miedo a que salga “el otro”. La democracia reducida a la simple elección entre buenos y malos: el fundamentalismo democrático. Cómo si todo fuese tan fácil.
Decia ayer @Unitolaire en plena efervescencia twittera y al calor de los resultados:
“Siguiendo a unos y a otros, alucino con los estereotipos que siguen teniendo otros de unos y viceversa”
O también señalaba @gallir
“Una parte del país que trata de imbécil al que gana unas elecciones, y de subnormales a los que lo votaron. Ya, así pretenden cambiar”
Pues eso. Mucho estereotipo, mucho enfrentamiento y mucha tontería se podía leer ayer en el twitter y se podía escuchar en las tertulias baratas de la radio y TV por parte de unos y otros. Si algo he aprendido de las votaciones es que todos los votos son inteligentes, aunque nos joda. El primer desprecio a la democracia es el desprecio al voto de la persona que no piensa como tú, o que simplemente decide no votar. El respeto al voto es democracia. Creer que tu voto vale más que el del otro es fundamentalismo democrático.
En su cuenta de twitter hoy @pedroramis dice
“Hoy leo mucho lamento histérico por aquí. No es para tanto, la política la dictan desde fuera. Sólo cambian la plantilla de asalariados"
No puedo estar más de acuerdo. Lamentablemente nuestro voto hoy ya no vale mucho: quienes mandan desde hace muchos años son los directivos de bancos y empresas, aquellos que tienen bonus que cobrar el año que viene ligados a los resultados. Esos mandan, no nuestros votos. Pero les viene muy bien que haya gente que crea que los Gobiernos elegidos por sufragio universal son quienes toman las decisiones hoy en día. Eso también es fundamentalismo democrático.
¿Y el #15M donde queda en todo esto? Buena pregunta…A mi personalmente el movimiento me ha hecho recuperar la esperanza en las personas, especialmente aquella semana mágica antes del 22M donde se hizo visible el descontento de una gran parte de la ciudadanía de este país. Pero también creo que ahora mismo el #15M esta preso de si mismo, pareciéndose cada vez más a una maquina propagandística al estilo del Gran Hermano de Orwell. La misión es difícil porque aunar esfuerzos de gente tan dispar es casi imposible y más sin tener un objetivo concreto. Quizá ese sea el fallo: buscar un objetivo concreto, querer correr hacia no se sabe muy bien donde. La esencia del movimiento sigue siendo compartida por muchos y eso debe permanecer muy vivo. Pero, por ejemplo, creer que las asambleas son la máxima expresión de la democracia y del movimiento tal y como consideran algunos, se puede decir que también es fundamentalismo democrático. Las asambleas como intercambio del conocimiento y la opinión: adelante. Como órgano decisor: un desastre.Y todos los que hemos participado en asociaciones sabemos que son fácilmente manipulables. Si me preguntáis, humildemente os diré que no tengo ninguna fórmula maravillosa para construir una nueva democracia representativa. Probablemente las nuevas tecnologías ayuden a controlar el poder político y el poder económico. Pero seguramente el cambio empiece por nosotros mismos a través de una nueva ética que se traduzca en nuestras relaciones del día a día con los demás.
Como bien decia ayer @jdelacueva
“Vistas las encuestas, somos una sociedad que no castiga a los ladrones. El trabajo pendiente es arduo: cambiar los valores éticos”
Creo que el #15M ha puesto la semilla de algo que disfrutarán las generaciones futuras, ha demostrado que la sociedad reacciona y que la democracia es mejorable. Pero señores (y alguno de las asambleas me llamará la atención por no poner "señores y señoras o señoritas"...otra estupidez irrelevante del #15M), pues eso SEÑORES: hay que ser conscientes de donde estamos por muchas asambleas que hagamos u ocupemos muchos hoteles o tengamos 100.000 seguidores en las redes sociales. En este país hay alrededor de 17 millones de personas que votan a PP y PSOE si o si, muchos de ellos consideran que son más listos, más guapos y más valientes que el que tienen enfrente y además creen que su voto todavía puede cambiar el rumbo económico y social de un país.
Respeto los votos y admito las reglas del juego, pero sinceramente creo que otra democracia y otra sociedad es posible. Serán las generaciones futuras las que lo disfruten.
Hoy me acuerdo de esta pancarta que llevaba una persona en Córdoba el pasado #15O
PD: Esto es una columna de opinión barata si quereis leer sobre Fundamentalismo Democrático os recomiendo el Ensayo de Juan Luis Cebrian llamado “El Fundamentalismo Democrático” Editorial Taurus. Está escrito en la última legislatura de José María Aznar cuando gozaba de mayoría absoluta. Es sencillo y aunque no comparta todo, ayuda a reflexionar sobre el tema
PD2: gracias a @Unitolaire @gallir @pedroramis y @jdelacueva por sus tweets que me han ayudado a vomitar esta columna de opinión barata.
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